El ónix es una piedra natural con un aspecto imponente y elegante. Se trata de una gema opaca que varía en color desde tonos de marrón oscuro hasta un negro profundo, lo que le otorga un aspecto sofisticado y dramático en cualquier ambiente. También es conocida como ónice de mármol u ónice calcáreo, y se caracteriza por estar compuesta principalmente de sílice. Su formación se origina en ambientes volcánicos, lo que le añade un valor geológico y estético único.

El término ónix proviene del griego “onux”, que significa “clavo” o “garra”, haciendo referencia a la dureza y al color intenso de la piedra. Además de su valor decorativo, el ónix es ampliamente utilizado en arquitectura y diseño interior por su resistencia y capacidad para transformar espacios, aportando una atmósfera refinada y misteriosa.

Esta piedra es apreciada no solo por su belleza, sino también por su versatilidad, ya que puede ser utilizada en revestimientos de paredes, encimeras, y detalles arquitectónicos que buscan aportar un toque de exclusividad y elegancia.